Se acabaron los rencores,
se agotó el odio.
No tengo ganas de venganza,
se acabarón los malos ratos.
No voy a mirar hacia atrás,
y ni voy a dejar miles de puertas abiertas.
Ya fue... eso ya fue...
mi corazón está limpio de nuevo,
tan noble y tan dichoso,
como la primera vez.
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