martes, 29 de julio de 2008

¿Para qué sirve un blog?

Podemos decir que para muchas cosas, y siendo está una pregunta tan amplia obviamente le corresponde una respuesta larga que abarque todo y no diga nada, es por eso que para ser más certeros es mejor acotar. Muy bien, acotemos. ¿Para qué sirve mi blog?

Mi blog sirve para subir mis ideas, sentimientos, expresar puntos de vista, música y colgar todo aquello que quiero que sea visto y todo aquello que no puedo mostrar.

Así es, la escencia del blog es paradójica . En teoría puedo expresar todo lo que yo quiera, absolutamente todo, sin embargo no puedo. Las cosas personales se deben de velar para no revelar toda la intimidad posible y las cosas fantasiosas expander hasta que parezcan que sean verdad, para procurar el sentido de la literatura, la ficción.

Sin embargo, siempre hay cosas tan personales que me gustaría expresarselas a alguien, compartirlas con unos oídos enormes y una razón dispuesta que me diga, -hey esto tiene sentido para mí-, pero no lo hay... prefiero tratar lo cotidiano antes de inyectarle a la realidad un poco de confusión.

Para eso sirve mi blog, para decir la verdad y para mentir, para expresar y para censurar, para compartir o para no hacerlo. Es de naturaleza complicada, como lo es todo en la vida, sobretodo yo. Por eso me gustan las determinaciones para evadir la naturaleza relativa de las cosas.

Oh blog mío que solo me acuerdo de tí cuando mi espiritu está revuelto, cuando hay emociones y sentimientos al borde de la explosición...

Y ¿qué es lo que te quiero decir hoy? Que veo a los amantes, las declaraciones cursis de amor, los besos, los veo reirse, los veo abrazarse, veo que se aman, los veo que se ven con esos ojos llenos de amor, de esperanza y de gusto que hacen que el ambiente se sobreilumine con una luz blanca, brillosisima.. y del otro lado me veo yo, cargando una sombra gris a cuestas, suspirando humo negro, con el corazón cansado y con el anhelo a cuestas de que alguien me haga sentir de nuevo muy querida.

lunes, 28 de julio de 2008

La Herencia

Hoy me preguntaron ¿y cuál es la razón por la que últimante escuchas a Joy Division, a Morrisey, The Cure, Jet, The Clash, LCD System, Jonh Lenon?

Tuve dos segundos para pensarlo...

Y respondí... -aaahh, es una herencia.

sábado, 26 de julio de 2008

Mensaje que viaja en botella al fondo del mar

No quiero que los lamentos empañen a la esperanza
No quiero que las lágrimas me mojen la cara
No quiero nada…
Ni siquiera explicar que es lo que pasa aquí
Y ni excusarme por los actos de mi histrionismo.

Aquí solamente hay dolor.
El desamor no me duele, el desamor me mata.

Yo no busco esclavos para mi adoración perpetua,
tampoco culpables para matarlos con los remordimientos
Yo no busco nada…
Ni siquiera palabras huecas que no dicen nada
y ni fórmulas secretas que litiguen la angustia

El amor es espontáneo.
La indiferencia no me duele, la indiferencia me mata.

martes, 22 de julio de 2008

Un conocido, un extraño

¿Cómo puede ser posible que una persona muy cercana en cuestión de días se convierta en el extraño más hermético?

Ya no te conozco, ni siquiera logro adivinar si eres el mismo.

jueves, 17 de julio de 2008

Con dedicatoria

El video de la canción que he repetido 20 veces en este día

Con dedicatoria.

Zoe. No me destruyas más

sábado, 5 de julio de 2008

Réquiem para la historia más bella de amor

Antes de protagonizar la historia más bella de amor, aprendí a tomarle la temperatura a las relaciones, tarea que tiene su cierto grado de dificultad porque hay que ser muy perceptivos, los más mínimos detalles te pronostican un acontecimiento mayor, no por algo dicen que de gota en gota el vaso se agota. Y así sucedió, un día se me vino la tormenta encima y caí en la cuenta que las despedidas largas son tediosas y desgastan. Los duelos son necesario pero entre más rápido mejor. Las agonías intensas no sirven de mucho, nadie premia el sufrimiento.

Y regresando a la historia más bella de amor, debo decir que por ahora el termómetro avanza hacia lo frío. Y quizás alguien me diga que estoy equivocada o estoy siendo demasiado drástica, puede ser que tenga razón, pero sino lo fuera entonces no seria yo, seria cualquier otra mujer con cualquier otra historia, y no es que me autodeclare “la mujer más especial” sin embargo siempre me empeño en ser distinta.

Y a estas alturas del relato es hora de decir que el amor no es absoluto, el amor es relativo. Aunque alguien me diga que en el mundo que vivimos está regido por las leyes físicas de Newton y no por las relativas de Einsten, es relativo porque alguien te puede querer y hacerte daño; es relativo porque no te sirve que te quieran sino te lo demuestran; es relativo porque por amor se puede prometer y nunca asumir los compromisos; es relativo, porque aunque esa persona me diga que soy lo más especial es su vida, eso no parece…

Quizás ante los puntos de vista externos tenga que asumir que a lo mejor soy muy exigente, pero díganme ¿acaso no se cree que quien lo da todo merece una recompensa? Por eso la disciplina, la constancia y la responsabilidad son valores que la sociedad tiene muy altos.

Y yo, por la historia más bella de amor lo di todo. Lo más significante para mi es que por esa relación me incite a madurar, a hacer un cambio en mi. Deje una forma de vida, y ello me implicó muchas perdidas: amigos, rutinas, sueños; y aún así, agradezco todo lo que gané por todo aquello que perdí. La vida es un constante trueque, y siempre hay que arriesgar.

Quizás sea por eso que ya no este a mi alcance hacer algo porque la historia más bella de amor siga viva, debo de reconocer que se me agotaron las ideas y se me acabaron los motivos. Me hirieron la indiferencia, el orgullo, la inseguridad. Las palabras que necesitaba escuchar nunca aparecieron en el momento adecuado y las que no también, como aquella que dice “antes me era fácil quererte, ahora ya no sé”, una que escuché en el momento más inoportuno.

Se apaga la historia más bella de amor, y eso me hace llorar. Ni siquiera es fácil dejar ir a tantos planes que terminaron en sueños. No es sencillo volver a construirme una vida sin la compañía del hombre que hasta estos momentos sigo queriendo. Pero tengo que seguir adelante y no negarme a la realidad.

¿Cuál realidad? Aquí la respuesta. Yo desde hace meses deje de ser para él un amor real y me convertí en un platónico. Los amores reales sólo funcionan en los anhelos, en todo aquello que deseamos alcanzar y no podemos, y ahí radica su fuerza y su magia, en que son prácticamente imposibles. Si un anhelo se realiza pierde su vigencia y deja de ser atractivo.

Aquí está la diferencia: él me quiere en el ideal, en los sueños, en lo profundo. Yo a él lo quiero en la realidad, en el presente, en lo común. Y ese es el motivo por lo que la historia más bella de amor está llegando a su fin.

Solo espero que tengamos los dos la fortuna de volver a encontrar el amor.