martes, 27 de diciembre de 2005

Mi soledad, mi casa y el anio viejo.

Estoy más sola que nunca. Las vacaciones en esta semana están en su apogeo y la ciudad por algunos días muta, toma un respiro mientras los citadinos de esta metrópoli invaden otros destinos. La soledad se siente en las calles, en el transporte público y hasta en mi propia casa.

Mis hermanos están en casa con mis padres y mis amigos de vacaciones en algún lugar lejano. Y todo vuelve a ser como cuatro años atrás, cuando emprendí la aventura de vivir sola en una ciudad que no conocía, descubriendo rostros nuevos y experiencias nunca antes vividas.

Esta casa vuelve hacerse espaciosa, vuelve a hacerse solamente mía. Puedo escoger sin ningún problema el canal de televisión que quiero ver, escuchar mi música sin necesidad de pelear por el reproductor, encontrar en el lugar exacto las cosas que deje en el día anterior y por si fuera poco, se ensucia menos aunque se empolva más.

Aunque he de reconocer que paso muy poco tiempo en ella, la rutina se ha extendido de diez a diez, sumo a diario doce horas fuera del hogar, sin embargo siempre es grato llegar a lo que celosamente llamo mi espacio, donde solamente quepo yo con mis miedos, inseguridades, pensamientos, deseos, vicios y anhelos.

Nunca me dio miedo estar sola, no me da miedo seguir sola, me siento protegida dentro de estas cuatro paredes donde quedan atrás las personas, la ciudad, los problemas externos, la contaminación, el ruido, los deberes y los derechos.

Lo bueno es que hace ya varios meses supere la traumática situación de los insomnios prolongados, el miedo de cerrar los ojos y las sugestiones a cada sonido que me invadieron desde el día que en una madrugada de abril intentaron entrar a robar y tuve la amarga experiencia de encontrarme frente a frente con el delincuente a través de una ventana, los dos teníamos miedo, pero yo perdí el valor para volver a dormir tranquilamente.

El año que se va me da un regalo, estar de nuevo conmigo. Aprovecharé este tiempo para pedirme perdón por los errores que cometí y por las promesas que nunca me cumplí así como también reconocer las cosas buenas que hice por mi y planear junto conmigo los nuevos retos para el siguiente año. Me miraré al espejo y de nuevo me reconoceré, me preguntaré otra vez quien soy y que quiero. Alistaré las maletas con esperanzas, inyecciones de fe y dosis de optimismo para emprender de nuevo la aventura.

Se me va la última semana del año y si, estoy mas sola que nunca pero gozo de la mejor compañía, yo misma. No se trata de egocentrismos sino de reconciliación con mi propia sustancia, esa que me hace tan contrastante y que carga mi nombre.

Adiós 2005, vete sin penas y canta de felicidad. Gracias por la experiencia mística en enero, por la nueva oportunidad que me diste de volver a sentir el amor, porque me hiciste más fuerte cuando tuve que renunciar a él, porque sentí el cariño, la admiración y el apoyo de mi familia. Porque viví mi graduación y me fui a la playa. Por todos esos lugares nuevos que conocí, por todos esos lazos viejos que estreché, por toda esa gente que se incluyó en mi vida, porque me permitiste terminar el curso de ingles, por el equipo de fútbol, por la nueva realidad a la que me enfrentaste, por todos los momentos bohemios, las fiestas, las ferias. Y por mucho, mucho más.

jueves, 15 de diciembre de 2005

Los masoquistas sentimentales

Se encuentran en un estado de autoconciencia que aún sabiendo que algo o alguien te va ser daño ignoras soberbiamente las advertencias iluminadas con focos rojos.

Y solo por la adicción a sentir, casi siempre en condiciones desiguales, emociones placenteras tan complejas y difíciles de pronunciar; transformar el dolor en amor o apuestan al primero para conseguir en ratos el segundo.

Todos los amores tienen motivos que nacen desde las necesidades individuales y con la magia del masoquismo no se ven como tales, sino se transforman en los más exquisitos idealismos que los llevan a pelear una batalla conociendo de antemano que están por perderla.

Y no es una actitud perversa, más bien desesperada. Que emerge del deseo insaciable y la frustración continua de no poder alcanzarlo. Y los masoquistas sentimentales no renuncian al sádico por voluntad propia, se resignan hasta que este decide dejar de ser su objeto del deseo.

Sin embargo resultan ser los más fieles, leales y pasionales, porque viven con los sentimientos a flor de piel, pendientes de que emanen la luz guía para poder perseguirlos, acosarlos.

Esa es su manera de amar, compleja y difícil de entender.

martes, 13 de diciembre de 2005

Sin motivos

Me estoy quedando sin motivos para seguir y no sé si sea por la rutina enfrascada o porque se me han agotado las ganas de persistir.
Tengo que reinventar los pretextos, sugestionarme de razones, amarrarme a los sueños para no perecer en está vida que sospecho que no es más requisito impuesto de la dominación del homo sobre la tierra.

Y de verdad, no entiendo porque llaman "milagro" a eso de existir.

sábado, 10 de diciembre de 2005

jueves, 8 de diciembre de 2005

Sin fechas para debut

¿A qué sabe, a qué huele, qué se siente, cómo se ve el amor? No sé. Ya son varios kilómetros, encuentros, despedidas y no tengo ni la menor idea que si lo que transita por mi mente y hace latir a mi corazón sea ese motivo por el cual escriben infinidad de poemas y canciones.

Tengo miedo de no conocer el amor porque la maquina del idealismo no deja de crearme situaciones ficticias que mis sentidos no distinguen de la realidad. Y quizás no sea mas que cobardía disfrazada de pretextos para no dejarme envenenar por el delirio del sentimiento supremo.

El álbum de fotografías de la memoria se ha estado llenando con rostros fuera de foco, poco claros. Y después de cada adiós no quedan mas que preguntas y remordimientos que ahogan a los pensamientos de facto, sumergiéndolos en el incontenible delirio de la no existencia.

¿Será ese mismo sentimiento masoquista que me persigue y reencarna una y mil veces en diferentes formas? ¿Será ese deseo que para nunca ser consumido se engrandece a cada posibilidad de poder ser cumplido?

Sin embargo, ¿A qué sabe, huele, siente y se ve la soledad? Terreno conocido. No hay miedos, no hay preguntas, no hay esperanzas, toda manifestación de inconformidad es válida porque al asumirme como un instrumento del amor, nunca me percate que no había oportunidades para mí debut.

FE DE ERRATAS

El momento musical patrocinado por Brazilian Girls no resulto ser mas que la interpretacion musical de un poema de Neruda.. lo que hace la ignorancia.. descontextualizar... pero es bueno aclarlo y darle credito al autor. Ademas el poema... como texto esta bien chido (que fina jajaja) y como cancion tambien.

ME GUSTAS CUANDO CALLAS
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía;

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.


Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

martes, 6 de diciembre de 2005

extranar

Como externar las entrañas.
Sacarte de adentro.
Exasperar mi memoria
con tus recuerdos.

Como un verbo continúo
de eterna conjugación.
El pasado se aleja
atándote a mi.

Extrañamiento,
melancólica seducción,
adictiva acción,
Extrañarte.
( como lo hago yo)

viernes, 2 de diciembre de 2005

Dificil

Es dificil darse cuenta que soy como las demas.
Y quizas no sea cuestion de genero sino de educacion.
Estoy educada como las demas....
o solo sera que tengo como lo he dicho,
un cerebro que se siente corazon.