lunes, 23 de junio de 2008

Solteras al borde de un ataque de euforìa

Fui literalmente LA Soltera por 23 años. Leáse "LA", artículo que le da ese toque de ùnica, grande, exclusiva y especial.

La soltería es un estado definitivo, es más fácil ser soltero que tener una pareja. Los amores y los amoríos, son superficiales, temporales y volubles, como lo dice el budísmo.

Pero siempre hay un impulso por buscar a la pareja, miles de intentos desesperados por poder caminar junto a alguien tomados de la mano, la esperanza de despertar con alguien aunque sea para pelear.

El amor... el amor se acaba. Es mentira que sea lo suficientemente fuerte para soportar huràcanes, distancias, proyectos diferentes, intrigas, penurias y necesidades. Aquellos romances que hayan podido superar las adversidades son únicos, raros, una falla de la naturaleza humana.

El amor nunca es sincero. Es dependiente, esconde sus miedos pero proyecta sus dudas a travès de celos. Hace miles de promesas para no cumplirlas. Sentir amor por alguien va acompañdo por un interès que va màs allà del cariño mùto, algo más.. quien sabe que sea... algo más que se necesita para vivir. Como el sexo por amor y el amor por el sexo.

La soltera desea la mayor parte del tiempo dejar de lado esa necesidad imperiosa de compartir la cama, dividir el tiempo, preparar todas sus recetas de cocina y usar lencerìa sensual. La soltera no sabe que la pareja no es un motivo para dejar de llorar, no, la pareja es motivo para llorar el doble.

Nunca, escucha bien mujer soltera.. encontraras en un hombre lo que quieres.... vas a descubrir a otra persona regida por otras leyes. Soltera, no pierdas tu condiciòn.. salvo que ese descrubrimiento sea lo suficientemente maravilloso para sonreìr de vez en cuando.