jueves, 4 de diciembre de 2008

Pretty girls don´t cry

Ayer hice algo inusual, después de llegar del trabajo me puse a ver la televisión. Aunque suene una cosa cotidiana yo no suelo hacerlo, y no es por ideas raras o mitos, es porque me gusta más pasar tiempo frente a otro monitor, y no necesariamente el de la tele.

Y luego no tengo tele clable, por lo que recibo solo señal abierta. Lo gratis la mayoría tiempo no es lo mejor, pero me gustan las novelas como a Verónica (la de la pelí), pero ayer eran las siete y no habia nada digno con que perder el tiempo. Entre canal y canal me encontré con Gray´s Anatomy, y me metí en las cobijas dispuesta a pasar un momento de relajación.

Alguna vez me juzgaron de loquita cuando dije espontáneamente que a mí me gustaría vivir en una serie de televisión. Todo pasa tan rápido, pasan muchas cosas, y uno siempre está enredado entre encuentros y despedidas. Sería increible vivir con un soundtrack de fondo que vaya aderezando las situaciones y las emociones.

En fin, regreso al tema... en esas estaba cuando me encuentró con una frase que me encantó, y lo dice la misma Mederick... es que algún día me dijeron que yo me parecía mucho a ella, y no por lo de la mujer poco divertida jajajajaja, el comentario lo omitimos. Pero la frase es la siguiente "el problema está en que las mujeres siempre tomamos muy malas decisiones". Wow! El mundo se iluminó.

Es verdad, miro a mi alredor y no veo más que eso... puras malas decisiones. Somos, o debería decir soy, somos muy tercas y siempre estamos enganchandonos con casos perdidos. Supongo qué es parte de crecer, aunque que flojera tener que darte 2000 millones de madrazos para sostenerte emocionalmente.

Debo de confesar que me cuesta mucho desengancharme de ciertos sentimientos e ideas. A veces quiero ser demasiado racional con las cosas emocionales, y al final termino complejizando más de lo debido una situación. Es paradojico, las reacciones de esa complicación quizás las juzguen como tremendamente impulsivas, lo chistoso es que nacen desde un ejercicio racional. Soy de las que no se puede quedar con un "ya pasó, ya fue, así son las cosas". Son respuestas muy cortas que no me llenan. Necesito argumentos, lógicas de acción, explicaciones... y sino las hay las inventó.

Sin embargo es peligroso, porque nadie dijo que razonar te lleve siempre a lo correcto o sea el punto de partida para liberarte de ciertas emociones. Pensar no ayuda a sentirte bien, nunca. Y ahí está mi punto débil: pienso-necesito respuestas-no las tengo-me siento mal- odio-lloro-vuelvo a empezar. Y así el ciclo ¿cuándo se rompe? Buena pregunta.

¿Cuándo deje de pensar? ¿o cuándo pensando vaya hacia no encontrar el hilo negro del asunto sino a tomar buenas decisiones? Debo dejar de suponer ciertas afirmaciones, debo de asumirlas. Asumo que a cada acción le corresponde una consecuencia, asumo que no obtengo las respuestas que necesito (¿son necesarias?), asumo que no hay nada de raro conmigo.

Sólo soy una chica que está aprendiendo a tomar buena decisiones en su vida, y hay una gran evolución que la de años atrás. Y voy a seguir así, a base de prueba y error, como en las series de televisión. Sólo que aqui no hay finales de temporada, la muerte aguarda pero no dice cuando, sin embargo la vida continúa sin pausas auspiciadas por patrocinadores.

¿Sueno muy rosa? Quizá, pero como voy a negar que ayer lloré con Gray´s Anatomy, y en estos momentos escucho a Adele. Creo que por eso también me enamoré de Verónica (la de la pelí), por su aficción a las series rosas jajajajaja. Y no es que haya cambiado de preferencias sexuales, para entender quién es Verónica hay que ver una pelí tanto complicada que se llama "Mi deseo en tu Piel". Las mujeres se pueden enamorar de Verónica, los hombres no.

¿Si este post fuera una teleserie qué final escribiría?

-EXTERIOR/DÍA 7AM. Paulette sube una pendiente por la que tránsita pocos automóviles, va con el sol de frente y camina por el centro de la calle. Viste botas vaqueras, una jean minifalda, una blusa sin mangas. Lleva consigo una maleta que jala con la mano derecha, es grande y pesada, por lo que le cuesta trabajo subirla cuesta arriba. Camina hacia la estación del tren, sus pensamientos están enredados y para calmar sus emociones canta una canción que dice así: "Hey, pretty girls don´t cry... no they don´t cry.. no, never cry"

En fin...

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