martes, 18 de noviembre de 2008

Peligroso martes...

Es un peligroso martes...
El adjetivo "yo" desaparece ante un poco visible "nosotros"....

Peligroso martes...
Cuando prefiero a que se use la palabra "rara" a tener que confesar los verdaderos motivos del acercamiento... del cual no espero absolutamente nada... solamente cubrir una cuota de arrepentimiento por mi inhumanidad.

Peligroso martes...
Que gana fronteras y se mueve cerca de las lìneas límite...
sé como obtener lo que quiero, aunque me haga mal.

Peligroso martes...
Con poderas confesiones que no llevan a ningùn lado más que hablar sobre la posibilidad
del hubiera, podrìa, querrìa... y se quedan en dulces intenciones.

Peligroso martes...
Que en el que se cuestiona mi nombre con dos poderosas razones: por las ganas de cerrar y por las ganas de huir. Nunca desempacó las maletas.

Peligroso martes...
No es el finiquito de la larga espera... la espera se prolonga hasta mañana. Pero abre la posibilidad latente de maquilar un encuentro, de cubrir unas ansìas terribles de comunicaciòn.

Peligroso martes...
Ahora estoy aquì, al rato estaré allá, repitiendo más de mil veces "que gusto de ser yo"

Peligroso martes... enredado martes... entre tantos nombres, tantas intenciones, tantos intentos... tan frágiles y debiles como las capas de hielo que hoy hacen que tiemble de frio.

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