viernes, 31 de octubre de 2008

Perversamente María

Siempre me prohibí hacer berrinches, pero un día no me aguanté las ganas e hice uno. Pensé que después de ello iba a venir una tremenda cruda moral y un arrepentimiento terrible por mi rabieta, sin embargo increíblemente sucedió algo inesperado, me sentí muy pero muy bien y desde ese día me encanta de sobremanera hacer berriches.

Puedo decir que hacer berrinches produce un tremendo placer mal sano, quizás porque se manifiesta el ego de la infancia, y puedo decir, porque a veces es divertido hacerse el malo y el cínico. El primer golpe es una victoria, la venganza siempre es dulce y las ganas de chingar… es intrínseco al mexicano.

Con ustedes… Honeyhoney… y el sencillo mi Little Toy Gun. Dicen qué es rock, =i bueno un poco de soft rock jajaja.

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