miércoles, 15 de octubre de 2008

Eneagrama número 2

A veces la María siente que se pasa de pendeja. Si alguien necesita algo, ahí está la María. Si alguien necesita compartir cualquier cosa, ahí está la María. Si alguien necesita el coche, un favor, un mega paro, llorar, escuchar consejos, compañía, lo que sea... ahí esta la María.

Y hoy que la María necesitaba de un abrazo, de un poco de tiempo, de un consejo, desahogarse con alguien, o que mínimo la pendejearan (al menos para saber que irrita a alguien). Nada. Solo encontró lugares comúnes, palabras a las carreras, silencios y hasta indiferencias.

Y no es que la María haga cosas por el prójimo esperando algo a cambio. No, a ella le hace feliz hacer felices a los demás porque así esta programada. Porque desde chica le enseñaron que solo podía sentirse bien consigo misma si era buena con los demás, si los atendía, si los respetaba, si los cuidaba, si hacía algo más por ellos. Creció bajo la premisa que hay que ser "gente", y que uno se acerca más al prójimo a través de sus dolores que sus alegrías.

La María también sabe que hay que hacerse cargo de uno mismo, de sus dolores, de sus angustías, de sus faltas de afecto... hasta de sus logros y sus víctorias. Qué no debe de esperar y ni poner expectativas en los otros porque son libres. Que a pesar de todo debe de mantenerse fuerte, independiente. Que cada individuo debe responder por lo que le toca.

Pero a pesar de eso, la María no puede evitar sentirse jodidamente sola. Y tampoco puede evitar que le duela. Menos no hacer catarsis.

Y le pregunté a la María si tenía algo más que decir, y me respondió lo siguiente: "sabes no importa, yo sola lo puedo arreglar... tampoco es inevitable no señalar que el eneagrama soy el número 2"

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