jueves, 21 de octubre de 2010

Felicidad Asesina

((ADVERTENCIA: El siguiente relato es propiedad de la autora, está prohibida su reproducciòn, copia o distribucciòn no autorizada. Solamente la autora puede usarlo para subirlo al blog, o mandarlo de tarea. jajajajajajaja. Si lo ve el profe en lìnea espero que no crea que me lo robé de un blog pirata, jajajajaja.))

Yo hablé con ella antes de que se muriera. Le marqué a su casa porque necesitaba el libro de pócimas que le había prestado hace años cuando soñábamos con ser brujas blancas porque estábamos cansadas de la mala vida que nos había tocado ¡Vaya suerte!, no crecimos en la calle gracias a la caridad de las monjitas del Espíritu Santo.

Aunque me miré así oficial le estoy diciendo la verdad. Fuimos pobres pero crecimos honradas, pero eso a usted que le importa. Le digo que cuando hablé con ella estaba muy tranquila, me dijo que había firmado un trato del cual dependía su vida, pero que a esas alturas del partido ya no estaba segura que si lo había hecho con el Diablo que se disfrazó de Dios, o con Dios que se disfrazo de Diablo. ¡Oiga no le diga loca a mi amiga! Si usted no cree en esas cosas nomás porque usted no tiene la culpa de no estar iluminado y ver que hay cosas más allá de lo normal.

Además la Claudia desde hace meses andaba disque buscando la receta para la felicidad. Sí, me contó lo que decía el trato, fíjese que es exactamente lo mismo que leyeron en la cartulina pegada en su recamara, hasta me lo sé de memoria porque me lo repitió mucho, ponga atención y vera que no se me va una: Búscate un oficio, come sanamente, duerme ocho horas seguidas, haz ejercicio, encuentra tu espiritualidad, lee libros interesantes, ama a tus semejantes, evita las relaciones amorosas destructivas, siempre busca la justicia y habla con la verdad.

Yo creo que por eso se suicido. ¿A poco no me cree? Dígame oficial, ¿quién su sano juicio es capaz de soportar la felicidad? Eso también mata, por eso todos aquí seguimos vivos.

1 comentario:

  1. muy cierto, la felicidad en exeso mata pero al igual que la soledad;)

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