Mi partida será una implosiòn. De un momento a otro las risas, mi cariño, las palabras, mi voluntad, los años sentada frente a la puerta con los ojos a la ventana, mi esperanza, el futuro, mis sueños se comprimirán en silencio. A tu lado amancerá un càdaver frio con la boca cosida con hilos de plata, con la mirada fija en la nada. Desnuda, y con el cuerpo parchado de las memorias que en tu mente se puedan resguardar.
Poco a poco mi rostro se irà borrando de tus ojos, mi voz apagandose y en un suspiro mi espirìtu se harà libre, viajará sobre el aire, ligero y jovial hasta desaparecer.
No te dejaré nada mío, me lo llevaré todo. Y sólo espero que jamàs vuelvas a buscar lo que un dìa dejaste debajo de la cama, no encontrarás nada y quizàs sientas un frío helado; no será mi ausencia, es lo que me diste durante los últimos años.
Cerraré la puerta.
Me olvidarè de tu nombre.
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