martes, 4 de abril de 2006

Un mundo maravilloso de Luis Estrada.

Hoy tocó una mexicana. Por ser Martes en la noche, la sala no lució abarrotada como de costumbre los miércoles o viernes. ¿O quizás habrá sido la película?

Un mundo maravillo tiene como abuela a otra película contemporánea que en su momento causó revuelo, La ley de Herodes, valga decirlo, dirigida por el mismo cineasta y protagonizada por el mismo actor, Damián Alcázar. Pero no provocó mas polémica que la anterior aun siendo presentada en pleno año electoral y con un tema actual, la desigualdad del sistema neoliberal y la situación de pobreza en México, léanse 6 millones de mexicanos en extrema pobreza.

En el comienzo de la historia se presentan dos realidades distintas, un Secretario de Economía que anuncia el progreso de México gracias a la globalización y un indigente cualquiera que trata de encontrar un sitio para pasar la noche y cubrirse de la lluvia. Sin querer Juan Pérez el indigente, como dato curioso es uno de los nombres más comunes en México junto con los Juanes Hernández, entra al World Financial Center mexicano y para no ser descubierto por un conserje de limpieza sale por la ventana, comienza a pedir ayuda y los medios de comunicación transgiversan la historia, en la noticia de primera plana del siguiente día lo elude como un héroe que es capaz de suicidarse para protesta contra el sistema.

Hasta ese momento el filme promete mucho hasta que llega a la resolución de la historia. Pero antes de seguir con ello tengo otro dato curioso, el famoso periódico mexicano que cambia el sentido de los hechos y se pronuncia de corte socialista tiene como nombre El mercurio, tal cual el diario Chileno, no lo sé ¿habrá una coincidencia?

De regreso a mi verborrea fílmica me atrevo a decir que es un largometraje exclusivo para mexicanos, continúa con la tradición cultural de presentar las críticas a manera de parodia, como el humor mexicano, no se dice directo sino se da entender en medio de bromas y risitas. Y a mi punto de vista, está lleno de lugares comunes y cabe una reflexión en estos momentos ¿por qué nos parece tan cómico series tan predecibles como las del Chavo del Ocho o los monólogos de Adal Ramones, si es la misma formulira sobada una y otra vez? Acabo de entrar en temas metafísicos sobre el humor de los mexicanos jajaja.

Y antes de vaciar mi frustración aplaudiré el atino de usar como locación los alrededores de Santa Fe, una zona económicamente alta que se encuentra en la ciudad de México pero que detrás de esos edificios se esconde otra zona de alta marginación, no pudo ser mejor retratada la dicotomía de las políticas neoliberales.

Hubiera preferido mil veces que la historia terminara a la tres terceras partes de la película, con el afán de querer ser explícitos y muy claros la echaron a perder, se les fue de las manos; el final hubiera amarrado en el momento en que la confusión rindió frutos para los dos personajes.

El sentido de crítica social los rebasó y todo aquello terminó en una fantasía más que una parodia bien armada. No tomaron en cuenta la capacidad de interpretación del receptor. Y si era su deseo darle continuación, considero que la posibilidad de otro final hubiera dado para mucho.

Y más allá del desagradable sabor de boca que me dejan los buenos principios con pésimos finales, si su intención era reflejarnos y ponernos a pensar sobre las devastadoras consecuencias de ser un país en desarrollo que escucha los consejos de capitalistas, conmigo lo lograron. No de a gratis estoy escribiendo un post a la una de la mañana.

Pero en ese tema no quiero ahondar más. Por cierto, también hay que darles el crédito de un hallazgo practico para mejorar la macroeconomía de cualquier país, no hay que luchar por erradicar la pobreza, es fácil terminar con los pobres.

PD. La película en palabras del director léase:
http://www.jornada.unam.mx/2006/03/14/a08n1esp.php

Por cierto otro dato curioso, las entradas al cine se pagaron con envolturas del refresco de lanzamiento de Coca Cola, Coca cola ligth sin cafeina, que ahora invita al cine si sale el empaque premiado,deberia de decir: "Gracias Globalizacion por invitarme al cine"? jajaja.

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