Las películas con sus argumentos y tramas provocan ligeras explosiones en mí. Ver filmes hacen que tenga momentos de introspección, sobre todo cuando me siento muy identificada con la historia o los personajes.
Así me pasó con la última película de este fin de semana, me ayudó a encontrar un punto revelador. Y si, quizás vuelva trescientas veces sobre un punto, pero la cuestión es que estoy tratando de encontrar la verdad en mí. Y quizás tenga que nadar, correr, caminar, arrastrarme, subir la velocidad, poner los frenos; pero supongo que quiero conquistar esa meta.
Hago y deshago. Pero quiero ser sincera, y alinear a mi mente, a mi corazón y a mis acciones. Sé que en el camino voy a lastimar a alguien o algunos, y me siento responsable por los sentimientos de los demás.
Y si, dije la palabra mágica. RESPONSABILIDAD. Es hora de ser determinante con los proyectos y las decisiones que tomó, y asumir sus consecuencias. Tanto así, que me hago cargo del nefasto cuento de juro no volver a hacerlo.
Si tengo que hacerlo un millón de veces lo voy a hacer, hasta que un día no tenga que hacerlo más. Supongo que cuando ya no tenga que hacer nada, es porque ese día será el día de mi muerte.
La canción que acompañó este proceso, y apareció en esa movie: Keane, Somewhere Only We Know.
El video está super chafa, ni lo ví completo. El foco es la canción.
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