Contigo estoy...

No en un segundo atrás ni tampoco en uno adelante, firmaría con una gota de sangre el contrato con Metistofeles, para hacerme sustancia, para hacerme volátil. Y siendo nada viajar hasta colarme en tus sueños. Y sin palabras o motivos, sostenerte en un largo y profundo abrazo para que cuando despiertes se quede impregnado en tus brazos todo el amor que siento por ti, que sientas en el pecho las fuerzas que quiero compartirte y cada vez que cierres los ojos escuches una voz que te consuele.

Después del segundo que acaba de correr traicionaría el contrato con el diablo para ofrecerle a Dios una eternidad de alabanzas y sacrificios a cambio de encontrarme contigo cada mañana para hacerte sonreír. Y que se quede en tu boca la esperanza en la que quiero que creas, que tu aliento exaspere paz y que tu saliva desintegre las tristezas.

Sin embargo soy una fugitiva del bien y del mal, limitada en la realidad, sometida a una cruel y maldita distancia, gobernada por una locura irremediable y al fin una gente más. Lo que no cambia en nada es mi amor por ti, esas ganas de abrazarte y hacerte sentir que a pesar de todo, contigo estoy.

No te quiero más... Te Amo.