Veneno para Hadas

Hay una película que se llama Veneno Para Las Hadas pero el título de mis post no se refiere a ella. Más bien es el nombre de un track del disco Insurgentes de Steven Wilson, músico de rock progresivo que se ubica mejor cuando se menciona Porcupine Tree.

Cosas obvias, Steven Wilson está influenciado por la música de Pink Floyd pero puedo asegurar que no es lo mismo y no se escucha igual. Cosas curiosas, el nombre de su disco Insurgentes, lo puso en tributo a la gran avenida del Distrito Federal mexicano ¿por qué? no tengo ni la menor idea. Prefiero indagar sobre el hecho que preguntarle al mismo Wilson, además ni cómo carajos preguntarle jajajajaja. Supongo que se sintió atraído hacia esa avenida de casi 30 km que cruza varios sectores, además por la historia, edificios, universidades y monumentos que se encuentran a su largo y ancho. Es un muy buen disco, que orgullo que lleve una referencia mexicana.

El rock progesivo me entrá casi casi con calzador pero algo es cierto, a los primeros acordes de Harmonie Korine, el primer track, supe que este disco daba para mucho más. Soy una romantica cursi que se cree existencialista, eso ya lo saben, razón por la que digo que me encantaría usar ese disco para puros clichés. Ejemplos, contemplar las estrellas, abstraerme en mis pensamientos más radicales, o escondida en un rincón de alguna habitación obscura. Se me antoja para la soledad.

El disco se distingue por sus diferentes texturas, no es un disco alegre, quizás semiamargo. El siniestro piano le regala como golpecitos de luz a las melodías; la guitarra eléctrica las envuelve con su ruido y provoca vibraciones largas que van creciendo hasta apoderarse de los primeros planos. La batería lleva un compás camuflajeado, marca el órden pero jamás muestra la cara, lleva pasamontañas. La voz es melancólica, gris, desgastada.

Para concluir voy a citar la descripción que me dio un amigo -"el trabajo de Steven Wilson es un rock muy fino, muy elegante". Estoy de acuerdo.