martes, 27 de abril de 2010

Dios hizo a la mujer, Eva la liberó.

Y Dios tomó una costilla del cuerpo del hombre e hizo a la mujer. Cuando Adán la vio dijo -ella es cuerpo de mi cuerpo, sangre de mi sangre y será mi compañera- Y Eva fue hecha de la costilla de Adán.

Pero a Eva también le dieron libre albeldrío y dicen, fue seducida por una serpiente e hizo morder a Adán del fruto prohibido. Hecho por la cual Dios desterro del paraíso a la primera especie humana.

Eva fue condenada. De regreso a la tierra los hombres impusieron su moral sobre la mujer, y hasta la fecha hay una mujer sometida por un hombre. La historia nos relata acerca de ciertas mujeres como María de Madgala, Juana de Arco, Camille Claudel, Frida Kahlo entre otras más.

Mujeres que siguen siendo como la primera Eva, con ese impetú a tomar sus decisiones, exponer sus pensamientos, y quizás cometer errores. El tiempo, la ciencia, la modernidad han construído jaulas más finas y sometimientos más exquisitos para nosotras, animales mamíferos de libre albeldrío.

Sin embargo creo que la idea es la autonomía. Quizás suene esquizofrénico, quizás parezca una amenaza, pero lo que hace a una mujer de esa naturaleza es su capacidad para no dejarse atrapar, o ser atrapada y seguir huyendo de esas jaulas finas.

Igual que a un hombre una mujer siempre será juzgada por sus acciones, o quizás por la capacidad de dominar sus pasiones. Siempre he pensando que el estado de conciencia ideal es que se practica con los ojos abiertos, de afuera hacia dentro y no en viceversa.

Lo que trato de decir es que mis acciones no me llevan a querer admirada o practicar una originalidad impuesta. La voluntad de mis actos nace de lo más profundo, entre la descarga química de mis neuronas y la experiencia emocional de mis años. Son el resultado de factores, y actúo hasta donde mi libertad de lo permite.

Igual sé que van a pasar los años, las personas y las situaciones. Pero hay una premisa que para desconsuelo de muchos la grabaron en mi cerebro "Pase lo que pase, nunca dejes que te atrapen en una jaula fina. Piensa, cuestiona, grita, defiende, comete errores, pide disculpas, toma riesgos, construye corazas; pero jamás aceptes la voluntad de otros sin antes haberla discutido."

Quizás eso sea lo que hace complejas a muchas mujeres: un cerebro nutrido, un corazón apasionado y una lengua muy larga.

Eva desterrada, al fin y al cabo, Eva sigue libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario