Spiderman 3

Qué dulce sonaba la voz de los profesores cuando decían “Chicos hoy vamos a ver una película en clase”. No importaba si era en la primaria, secundaria o preparatoria; rápidamente se guardaban los libros y se buscaba el mejor lugar, era lo mejor que nos podía pasar, nunca escuché a alguno quejarse. Lo que sino agradaba a todos eran las preguntitas previas que debíamos anotar en el cuaderno para llevarnos de tarea o los lineamentos para hacer de esa pieza, un ensayo. La primera de ellas siempre aludía al carácter impresionista ¿Te gustó y por qué? La segunda, esa segunda pregunta decía ¿Qué te dejo o enseñó la película?

Mis profesores utilizaban a las películas como una provocación a una reflexión ética o moral, si hago memoria en las clases que más se proyectaban eran las encaminadas a la ciencia sociales. No nombré a la universidad porque estudié comunicación y ver películas era lo de diario y ahí las tareitas respondían a otro tipo de cuestiones como las de carácter técnico y semiótico. Y ver cine de esa manera sólo aplica si eres Javier Ugarte, cursas un diplomado en análisis cinematográfico, tienes algo que ver con las artes audiovisuales, eres súper aficionado o te dedicas al cine o perteneces al círculo de amigos “Los Kubrick”[1]. De ahí en fuera, apuesto que los relegados de ese grupo, vemos cine como nos los enseñan en la escuela, es decir, tratando de desmarañar el mensaje, moraleja o enseñanza que te deja la película.

Por lo que recomiendo ampliamente a los profesores de ahora que dejen de proyectar Titanic y le cambian a Spiderman, o manden a sus alumnos a ver la película como tarea, susciten una reflexión y se sientan muy pero muy orgullosos cuando en el debate del siguiente día escuchen “Aprendí de Spiderman que tenemos dos opciones, herir a los demás o ser lo mejor de nosotros mismos”. Y que digan en discurso, que la amistad es lo mejor, y que es mejor ser buenos humanos. ¡Vaya gran construcción de valores! Y si es por las escenas de violencia por lo que prefieren proyectar Titanic, les doy una mejor razón para que apuesten por Spiderman, no contiene escenas sexualmente explicitas –como la de la manita en la ventana- y la agresión es justificada, Spiderman no mata, sino hace escarmentar a los malos, con la adorable escena de las secuencias finales donde aparece la bandera Estadounidense y delante de ella, el héroe. El cliché ideológico americano de siempre “God give us a mission, save the world”.

Sin embargo está entretenida, algo bueno tuvo que dejar el nominarse hasta ahora como la película más cara costando 250 millones de dólares, creo que 50 más que Titanic, se perfile como la película más taquillera y sea éxito de fin de semana en México. Es una historia larga pero tiene de todo, romance empalagoso, escenas de acción y cómicas, creo que para que cupiera todo tuvo que durar 2 horas y media. Tiene los ingredientes perfectos para ser una buena opción dominguera: Chicos guapos y chicos guapos; si se ve en IMAX, como lo hice yo (ja), súper efectos especiales.

La verdad es que Spiderman 3 nunca fue mi opción, pero me gusta acompañar a Iván al cine y tratar de ver de todo, no daré la vida por mis mejores amigos, como Harry, pero si voy con ellos al cinema. Y de superhéroes, historietas y efectos especiales, no sé nada, mi estilo es muy diferente.

Más bien me senté ahí como en la primaria, a disfrutar de la función y cantar “Spiderman, Spiderman” y si tengo que responder a la segunda pregunta del cuestionario, respondo:

Lo que aprendí con Spiderman 3 es que es difícil perdonar, pero una vez haciéndolo te haces libre. Y debatiría en clase ¿Spiderman es budista?

La película en su género es buena, eso creo. Pero ante tanta gente que había el cine y todos los vericuetos que tuvimos que hacer para asistir a está función, hago una pregunta ¿por qué a la gente le gusta tanto Spiderman?

En fin.. me volví a alargar.


[1] Ex compañeros univesitarios de la Carrera de Comunicación , que se caracterizaban por ver cine, hablar de cine, hacer proyectos sobre cine, escribir guiones, editar videos… y la tesis es sobre cómo hacer un cortometraje.