miércoles, 16 de mayo de 2007

El nuevo Pro

La verdad este post es producto de una destemple en contenidos audiovisuales. Resulta que fui al cine a ver Copiying Beethoven, y tienen razón las criticas, lo único notable es la novena sinfonía !No manchen! En serio que casi lloro, cuando la tocan es el momento más emotivo y lo demás... nada más puedo decir que se quedo guango.

Pero luego de aventarme un rollo con las discusiones sobre el alma, la música, el espirítu libre, la naturaleza, la fuga y demás, aterricé frente al televisor para ver de que se trataba la nueva serie de Televisa "Sexo y otros secretos", ¡qué historia tan fome!, es aburrido volver a escuchar lo mismo que discutes con tus amigas y es desagradable escuchar a tu hermana diciendote "ah mira ahí estás tu" jajajaja, no les dire el personaje, adivinen.

Y cuando se acabó yo todavía seguía frente al televisor y empezaron las series gringas y era acerca de ¡Cirugías plásticas! Y ya saben, el miedo a envejecer, la belleza, el sexo, bla bla bla.

Cuando me levanté, la caja idiotizadora ya había provocado un absurdo malestar en mí. En tan solo, que seran, dos horas, me dio para terminar asqueada del sexo. O sea, todo lleva mensajes abrumantes de "Coja usted, es muy rico, coja usted"!

¡Pero cuidado! Lás únicas personas, según los iluminados creativos que producen este tipo de tv (guionistas, productores, publicistas y empresarios) únicamente tienen derecho al sexo rico las personas hermosas y perfectas. Y para lograrlo necesitas más que consumir de todo tipo de productos y operarte lo que quieras. Sino eres bello, no eres digno de un orgasmo.

Ven donde está la discordancia, primero me trago un cuento sobre el arte y Dios y luego me exponen a mensajes frívolos, superficiales y fresas; aclaro, no se parecen en nada a mi amigo Iván, estos son así, pero diferentes.

Por eso por hoy quiero ser fea, gorda, frígida, poco apetecible, vieja... ¡creen esos estúpidos que me voy a tragar su cuentito! Y le voy a dar vacaciones a mi mente, cada vez que piense en sexo me pondré a pensar en física cuántica.

Porque antes, en la era de los hippies, ser rebelde significaba "libertad sexual" ahora, en los tiempos postmodernos relativistas del pequeño burgués recargado, "abstinencia sexual de pensamiento, palabra y acción" Es lo súper pro.

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