jueves, 22 de febrero de 2007

Películas de a 10. Laberinto del Fauno.

Hace varios meses que no iba al cine, a pesar que me prometí ver en la pantalla grande Babel de Alejandro González Iñárritu, Volver de Almodóvar, Los hijos del Hombre de Alfonso Cuarón y El laberinto del Fauno de Guillermo del Toro. En fin lo cumplí a la mitad como suelo hacerlo con mis promesas, de esas solo vi la de Almodóvar y Del Toro.

¿Cómo fue posible que Almodóvar le ganara el premio Goya a Guillermo del Toro? Normalmente la lógica dictaría que Pedrito (para los compas) pues es Español y que los Goyas los otorga la Madre Patria. Volver no es mala película pero se me cayo del pedestal porque le adivine el final y sentí como si me estuvieran contando un cuento, lo persigues sabiendo que al final te van salir con alguna cosa como ¡Ah esto no te lo esperabas, te atrape! ¡Patrañas!

Estoy de acuerdo, el elemento sorpresa siempre te deja un buen sabor de boca. Te sientes como un receptor participativo que adivina la historia junto con los personajes y te hace sentir inteligente, aunque te lleven de la mano y te indiquen el camino. No sé, algo así como cuando eres niño y das tres pasos y tu madre te aplaude como si hubieras recorrido un metro.

¡Pero si puedo decir porque Guillermo del Toro si está nominado a ganar la estatuilla americana y no Pedrito! Y no usen la lógica que yo uso, no es porque Guillermo del Toro sea mexicano y que crea que el Oscar es el premio top del top por tener como vecinos a los Gringo-Humanity. De hecho el Espinazo del Diablo de Memito no me gustó tanto como La Mala Educación de Pedrito.

Argumentare: Uno.Considero yo que Laberinto del Fauno tiene un ritmo apacible que hace que vayas y vengas de la realidad a la fantasía de la misma película. Se cuentan dos historias diferentes que una no podría existir sin la otra y nada que ver con el estilo del buen Alex, porque estás dos se alimentan como un proceso simbiótico y no se acompañan en paralelo.

Dos. Philip Roth escribió una novela cuando su Padre estaba por morir y decía, La literatura no sirve para nada pero es tremendamente necesaria. Y fue justamente la manera en que la pequeña Ofelia fue digiriendo un proceso doloroso. Se puede decir que lo usaba como un narcótico para vivir en el estado de la negación, pero si somos quisquillosos, su fantasía no apaciguaba la frustración, porque nunca la vi como una hippie flotando, sino mas bien, enfrentando esa realidad a su manera.

Dos y Tres, porque van ligados. Hay una escena dónde el medico le dice al bárbaro General “Obedecer por obedecer sin pensar, solo lo hacen los hombres como usted” Y lo mató. Y en ese solo argumento lleva una crítica muy fuerte: El autoritarismo, como el gobierno de Franco y los Estados Militares, no te dan la libertad de espíritu porque te obligan a obedecer y a temer. ¿Qué acaso el Capitán no le temía al pasado a la imagen de su padre? ¿Qué eso no lo llevaba a ser tremendamente obsesivo?

El Fauno también le advierte a Ofelia que tiene que obedecerlo sin chistar. Él le pide al hermano bebe para matarlo y derramar sangre inocente, Ofelia se niega y también muere. La diferencia está que cuando llega al Reino de su padre se da cuenta que tomó la mejor decisión, era la última prueba.

Y todo este rollo es porque puedes imaginarte el final pero tiene la tremenda cualidad que después de vista te lleva a atar cabos. Es que pienso en estos momentos, que la historia es una completa dualidad. Entre la realidad y la fantasía, entre la niña y el hombre, entre el bien y el mal, entre la libertad o la condena. Y sin embargo la dualidad parte de una misma fuente, tanto como el capitán y la pequeña Ofelia no tenían padre, los dos luchaban por perpetuar un reino y conquistar un título.

Y así podría seguir divagando y divagando, sin esperar que nadie me entienda, porque hoy escribí por necesidad, por impulso. Pero no puedo seguir por falta de tiempo y debo de concluir y lo haré con una línea de la película, con la cual me siento profundamente identificada y halagada.

“A su paso por la tierra la princesa Ofelia dejo pequeños rastros de su existencia, pero son solamente visibles para aquellos que sepan donde mirar”
¡Gracias Memito! Yo si los vi. Te deseo mucha suerte y que te lleves el Oscar ¡joder!

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