martes, 20 de febrero de 2007

Des-cubrirse

Hoy simplemente no puedo pensar, estoy exhausta y embriagada de sentires. Hay un hervidero en mi interior que no es desagradable pero es agotador. Eso de dedicarse a des-cubrirse, como si fuéramos una cebolla y nos quitáramos capa por capa para llegar al centro, sin remedio es un oficio desgastaste.

Creo que soy afortunada si vemos las cosas desde otra perspectiva. Enfrentarse a crisis y volver a construir sobre lo colapsado, más que una frustración representa una grandísima oportunidad. Nos habla de la vida y de la fuerza humana que cada uno tiene en su interior para adaptarse, para sobrevivir. Y me siento halagada con ello, porque después de haber perdido las ganas y las esperanzas, un rayito de sol se vuelve aparecer en el horizonte.*

Seamos razonables, la felicidad son solo instantes y no es una constante de vida, sin embargo el sentirte pleno, seguro y confiado por lo que vas pisando, te hace un ser humano diferente, hace que goces de tu propia existencia con todo y los esfuerzos que también eso conlleva.

Ante mis ojos, que los tomo como sinónimo de mi conciencia, poco a poco voy revelándome quién soy, voy conociendo quien vive debajo de piel. A veces me des-cubro como un moustro, otras veces, como una persona. En esta búsqueda no puedo dejar de recalcar que si la dualidad existe en el mundo, también nosotros la tenemos. Cargo miedos, defectos, heridas, temores; como también esperanza, cualidades, plenitudes y deseos.

Por eso advierto, voy a estar rara en los siguientes días. Quizás mal humorada, otras veces hiperactiva o como hoy profundamente reflexiva. Así que ténganme paciencia. Volcar el interior te pone en una posición inestable, tanto así que por primera vez en mi vida no quiero ser nadie, pero me angustia no saber quien soy. Y será una sorpresa para muchos lo que a continuación voy anunciar: pero por primera vez estoy descubriendo a Dios.

Lo digo no el sentido pragmático, que tiene que ver con las obligaciones o actividades de una institución religiosa. Sino que las oportunidades de cambio se me han presentado hiladas, sin ningún esfuerzo y llegan solitas. Como si alguien más me estuviera acompañando en el proceso, como si alguien me guiara. ¿Quién mas sino Dios? Convenientemente me quedo con la idea, las estadísticas dicen que las personas religiosas son un poco más felices que la mayoría, y obvio, me aprovechare de eso. (jajajaja)

Espero que está vivencia me de para más, que yo pueda concretizar toda esta experiencia, como una vez dije: Tengo muchas cosas que hacer entre ellas construirme una vida. La ventaja es que ahora soy yo la que elijo desde mis posibilidades que tipo de mujer quiero ser y que tipo de vida quiero llegar a tener. Si tienen la oportunidad de hacer una conexión con su interior no la desaprovechen, des-cubrirse a si mismo es una de las aventuras en está vida que vale la pena (valga la redundancia) vivir.

Gracias a todos aquellos cómplices que me pusieron en está encrucijada. Hoy quiero creer que mañana se puede estar mejor.

*Lugar común, evítenlos cuando escriben. (jajajajaja)

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