sábado, 2 de septiembre de 2006

El final.

Fue en aquella noche que con la yema de mis dedos dibuje en tu cuerpo un mapa, pero no te diste cuenta, estabas dormido.

Fue aquella noche que mis ojos de luna brillaron con el fulgor del sol, pero no viste el resplandor, seguías con los ojos cerrados.

Fue aquella noche que te entregue mi corazón, pero no despertaste, seguías soñando con ella.

Fue aquella madrugada que dormí a tu lado, pero no lo recuerdas, tu cuerpo nunca me sintió.

Fue aquella mañana en que cruzaste la puerta, no me dijiste adiós y nunca volviste.

2 comentarios:

  1. Querida, hay una frase que me encanta y k esta noche te dejo: "Muchas veces castiga Dios con lo que da, y premia con lo que niega".

    Te quiero un chorro. Giganton.

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  2. Oye Giganton ya firma con tu nombre de usuario en el blog!!

    Querida puede ser, gracias Dios porque me ha negado cosas realmente preligrosas jajaja... pero bueh dice Cerati "son espasmos despues del adios", la soeldad es traicionera, le gusta recordar.

    Te quiero mil. Lolita

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