En estos últimos días tengo todo el tiempo del mundo para escribir. Quizá sea una magnifica oportunidad hasta para completar un libro, escribir cuentos, hacer reseñas de libros y de películas... uff.. lo inimaginable.

Es el mejor momento para escribir sobre mí, sobre ellos, y sobre mis pensamientos. Para leer toneladas de artículos web, escrutiñar blogs, y por qué no, hacerme un amigo por internet. Bajar cantidad inimaginable de discos, perseguir a mis celebridades por el twitter o el facebook. O quizá, caminar la ciudad, viajar en camión, o hablar por teléfono.

Lo raro es que no sucede. ¿Por qué no sucede? No sé... realmente no sé. No tengo respuesta para esto y para muchas otras cosas más. Simplemente no sé.

Es como vivir en un punto hueco donde lo único que hay es nada. Como si de pronto algo hubiera silenciado por completo a las vocecillas interiores, congelado los sentimientos y las emociones.

Soy como una máquina que lo único que hace es respirar, porque ni siquiera veo, no tengo consciencia del mundo exterior o de los demás. Las cosas ahí están, pero no las siento