sábado, 26 de julio de 2008

Mensaje que viaja en botella al fondo del mar

No quiero que los lamentos empañen a la esperanza
No quiero que las lágrimas me mojen la cara
No quiero nada…
Ni siquiera explicar que es lo que pasa aquí
Y ni excusarme por los actos de mi histrionismo.

Aquí solamente hay dolor.
El desamor no me duele, el desamor me mata.

Yo no busco esclavos para mi adoración perpetua,
tampoco culpables para matarlos con los remordimientos
Yo no busco nada…
Ni siquiera palabras huecas que no dicen nada
y ni fórmulas secretas que litiguen la angustia

El amor es espontáneo.
La indiferencia no me duele, la indiferencia me mata.

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