domingo, 9 de octubre de 2005

Ensayo sobre la memoria

¿Qué es el ser humano? Una composición de huesos y órganos que actúan a un ritmo cíclico de la vida. ¿O solo un entramado de redes neurológicas?.
Lo que yo creo es que somos un libro blanco que se escribe día con día, pero no se llena de nuestras acciones sino de nuestros recuerdos.
“La memoria es selectiva” eso dicen los sociólogos. La historia nunca se escribe con la verdad sino con aquello que fue capaz de dejar evidencias tangibles o historias orales, que se repiten una y otra vez en generaciones para lograr el deseado anhelo de la inmortalidad.

En nuestro paso por la vida, feliz y doloroso a la misma vez; individualmente nos forjamos valoraciones, convicciones, pensamientos que no dependen de lo que estamos dispuestos a creer sino de ese mecanismo macabro que se llama memoria.

No somos mas que la narración de nuestras vivencias que permitimos que se queden con nosotros y nos acompañen de por vida, instantes inconscientes que en un momento de paz nos pueden arrancar una sonrisa, dejar caer una lagrima y traer de nuevo esas emociones y sensaciones que alguna vez fuimos capaces de sentir. La vida como un sentido, la vida como la piel.

Me pregunto sino será una condena humana y que la persistencia de la memoria sea como el mismo Dalí la pintó. Relojes varados, un espacio sombrío y abandonado, un lugar sin vida, un instante escurridizo y al final, en el horizonte la esperanza. ¿Podremos huir de ella? ¿Perderíamos nuestra identidad? ¿Se sentirá la misma angustia de no poder aferrarnos a nuestras acciones como cuando el alcohol las desaparece por completo?

“Bienaventurados los olvidadizos que logran superar sus errores”, palabras de Nietzche en mas Allá del Bien y el Mal. ¿Será la única manera de callar nuestros remordimientos y frustraciones? Suena a una manera fácil de poder evadirlos, Oh, bendita modernidad que en el mismo momento en que te defines, te desapareces . O deberíamos de tomar la postura de Sartre, no negar nuestros recuerdos sino superarlos, siendo mas que la suma de nuestras propias acciones.

En la existencia creo que no hay mas que dos jueces, la conciencia y la memoria. Hermanas de sangre, complemento entre ellas mismas. En este momento me pregunto si seria capaz de entregarme al olvido solo por buscar la libertad o condenarme al pasado para superar mis errores y defender mis derechos. Vaya que dilema, ¿qué harías tu?

PD. Y si que duele cuando la propia realidad hace que renuncies a los recuerdos agradables para mirar y fijarte en la memoria perpetua a la verdad.

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