domingo, 9 de marzo de 2008

Ausente

Desde que no estás,
lo más divertido es
lavar los trastes.

Estoy sometida
a sorbos eternos
de aburrimiento,
que puntualmente
se me suministra
muy temprano
al despertar
y muy temprano
al irme a dormir.

Desde que no éstas,
nado en la monotonía,
y no es por falta
de ideas,
sino por ausencia
de cómplices,
tampoco tengo plata
por eso del recorte
y me limito a ver tele,
tanto así,
que retomé la lectura,
la que postergué
desde que saltaste
a mi rutina
con una larga lista
de lugares inexplorados
música nunca escuchada
películas de estreno
y nuevas pócimas alcohólicas.

Desde que no estás,
estoy por inventarme
una nueva vida
o regresar a la pasada.
No he vuelto a fumar
porque reconocí
que el cigarro nunca ha sido
buen compañero de tertulia.
Lo único que se me ocurre
es empezar la dieta de nuevo
para mejor preocuparme
por las calorías
que por tu ausencia
y al menos ver en el espejo
como la ropa se agiganta…
¿volverá a ser divertido?


Desde que no estás,
tengo verborrea
y también diarrea,
solo como lonches
de pierna
ya no hay nadie
que pruebe mi inventos.
Hasta me acabé sola
una caja de galletas
luego me fui a dormir
a las veinte horas
y solo soñaba en el mar,
en el mar que te embarcaste
cuando se te ocurrió dejarme
por ir a perseguir
a las marmotas.

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