jueves, 8 de diciembre de 2005

Sin fechas para debut

¿A qué sabe, a qué huele, qué se siente, cómo se ve el amor? No sé. Ya son varios kilómetros, encuentros, despedidas y no tengo ni la menor idea que si lo que transita por mi mente y hace latir a mi corazón sea ese motivo por el cual escriben infinidad de poemas y canciones.

Tengo miedo de no conocer el amor porque la maquina del idealismo no deja de crearme situaciones ficticias que mis sentidos no distinguen de la realidad. Y quizás no sea mas que cobardía disfrazada de pretextos para no dejarme envenenar por el delirio del sentimiento supremo.

El álbum de fotografías de la memoria se ha estado llenando con rostros fuera de foco, poco claros. Y después de cada adiós no quedan mas que preguntas y remordimientos que ahogan a los pensamientos de facto, sumergiéndolos en el incontenible delirio de la no existencia.

¿Será ese mismo sentimiento masoquista que me persigue y reencarna una y mil veces en diferentes formas? ¿Será ese deseo que para nunca ser consumido se engrandece a cada posibilidad de poder ser cumplido?

Sin embargo, ¿A qué sabe, huele, siente y se ve la soledad? Terreno conocido. No hay miedos, no hay preguntas, no hay esperanzas, toda manifestación de inconformidad es válida porque al asumirme como un instrumento del amor, nunca me percate que no había oportunidades para mí debut.

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