jueves, 15 de diciembre de 2005

Los masoquistas sentimentales

Se encuentran en un estado de autoconciencia que aún sabiendo que algo o alguien te va ser daño ignoras soberbiamente las advertencias iluminadas con focos rojos.

Y solo por la adicción a sentir, casi siempre en condiciones desiguales, emociones placenteras tan complejas y difíciles de pronunciar; transformar el dolor en amor o apuestan al primero para conseguir en ratos el segundo.

Todos los amores tienen motivos que nacen desde las necesidades individuales y con la magia del masoquismo no se ven como tales, sino se transforman en los más exquisitos idealismos que los llevan a pelear una batalla conociendo de antemano que están por perderla.

Y no es una actitud perversa, más bien desesperada. Que emerge del deseo insaciable y la frustración continua de no poder alcanzarlo. Y los masoquistas sentimentales no renuncian al sádico por voluntad propia, se resignan hasta que este decide dejar de ser su objeto del deseo.

Sin embargo resultan ser los más fieles, leales y pasionales, porque viven con los sentimientos a flor de piel, pendientes de que emanen la luz guía para poder perseguirlos, acosarlos.

Esa es su manera de amar, compleja y difícil de entender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario